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Las Reglas de Hamburgo, adoptadas en 1978 y en vigor desde 1992, establecen un marco normativo internacional para el transporte marítimo de mercancías, con el objetivo de equilibrar las responsabilidades entre transportistas y cargadores. En este contexto, la gestión de reclamos navieros adquiere una relevancia crucial para la protección de los derechos de las partes involucradas en la cadena logística.

Uno de los aspectos clave en la gestión de reclamos bajo estas reglas es la ampliación de la responsabilidad del transportista. A diferencia de las Reglas de La Haya y La Haya-Visby, las Reglas de Hamburgo imponen una presunción de responsabilidad sobre el transportista en caso de pérdida, daño o retraso de la mercancía, salvo que pueda demostrar que tomó todas las medidas razonables para evitar el daño. Esto significa que, en la práctica, los reclamantes cuentan con una mayor protección y posibilidades de éxito en sus demandas.

El proceso de reclamo inicia con la notificación formal del daño o pérdida dentro de los plazos establecidos. Según el artículo 19 de las Reglas de Hamburgo, el destinatario debe comunicar cualquier daño visible en el momento de la entrega, y en caso de daños no aparentes, dentro de los 15 días posteriores a la recepción de la mercancía. Este requisito es fundamental, ya que el incumplimiento de estos plazos puede dificultar la viabilidad del reclamo.

Además, la compensación por pérdida o daño está regulada por el artículo 6, que establece límites de responsabilidad basados en el peso de la carga. Sin embargo, si se prueba que el transportista actuó con dolo o negligencia grave, estos límites pueden ser superados, permitiendo una mayor indemnización para el reclamante.

En la práctica, la estrategia de recuperación puede incluir tanto gestiones extrajudiciales como acciones legales. La fase inicial suele enfocarse en negociaciones con el transportista y su aseguradora, buscando una solución rápida y efectiva. No obstante, si estas gestiones no prosperan, el reclamo puede escalarse a tribunales o arbitraje, dependiendo de la jurisdicción y los términos contractuales aplicables.

En conclusión, las Reglas de Hamburgo ofrecen un marco legal más favorable para los cargadores en la gestión de reclamos navieros, facilitando la atribución de responsabilidad al transportista y estableciendo mecanismos más claros para la recuperación de daños. Un manejo adecuado de los plazos y documentación es clave para maximizar las posibilidades de éxito en este tipo de disputas.

En Araya & Cía. Abogados, brindamos asesoría especializada a exportadores en la gestión de sus reclamos navieros, asegurando un enfoque estratégico y eficiente para la recuperación de sus derechos. Nuestro equipo combina experiencia en derecho marítimo con un conocimiento profundo de las Reglas de Hamburgo, permitiendo a nuestros clientes afrontar estos procesos con mayor seguridad y obteniendo los mejores resultados posibles.

Bruno Nazario S.

ASOCIADO

Abogado de Araya & Cía.