En el reciente Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, la presidenta Dina Boluarte anunció la creación del Ministerio de Infraestructura. Este anuncio se produce a pesar de que en febrero de este año se había creado la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), una entidad destinada a cerrar la brecha de infraestructura a través de proyectos en los tres niveles de gobierno, con un enfoque en iniciativas superiores a los S/200 millones.
Críticas y Preocupaciones
La fusión de 17 unidades ejecutoras para formar el nuevo ministerio demandaría más de S/15 mil millones. Este proceso incluirá unidades tan diversas como el Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes), el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes), el Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agro Rural), Provías Nacional y Provías Descentralizado del MTC.
Esta reorganización podría desvestir varios sectores para vestir uno solo, considerando que la ANIN, creada hace menos de un año, ya tenía la tarea de gestionar la infraestructura del país. Este anuncio parece ser más un intento de mostrar acción en la reducción de la brecha de infraestructura, que sigue siendo amplia.
En los últimos años, se ha avanzado menos del 15% en el cierre de brechas del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad. La creación de una nueva entidad con muchos recursos podría derivar en un uso clientelar político, sin garantías de efectividad.
Impacto en Proinversión y el Ministerio de Economía
Otro punto de controversia es la adscripción de Proinversión al nuevo ministerio, que actualmente está bajo el Ministerio de Economía (MEF). Esto disminuiría el empoderamiento del MEF, ya que Proinversión y el Equipo de Seguimiento de la Inversión Privada, que maneja proyectos de infraestructura y minería, serían trasladados al nuevo ministerio.
Unidades Ejecutoras Incluidas
Las 17 unidades ejecutoras que formarían el Ministerio de Infraestructura son:
Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN)
Proyecto Especial Legado
Organismo de Estudios y Diseño de Proyectos de Inversión (OEDI)
Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI)
Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agro Rural)
Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS)
Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED)
Programa Agua Segura para Lima y Callao (PASLC)
Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU)
Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR)
Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES)
Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (FONCODES)
Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Nacional (Provías Nacional)
Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Descentralizado (Provías Descentralizado)
Fondo Invierte para el Desarrollo Territorial (FIDT)
Programa de Apoyo al Transporte Subnacional (PATS)
Proinversión
Presupuesto del Nuevo Ministerio
El presupuesto del nuevo ministerio sería uno de los más grandes, estimado en aproximadamente S/14,640 millones. Sin embargo, al considerar las unidades ejecutoras adicionales, este presupuesto podría incrementarse significativamente. Proinversión y el Fondo Invierte para el Desarrollo Territorial (FIDT) añadirían unos S/680 mil millones más al presupuesto total.
Comparación Internacional y Oportunidades
La creación del Ministerio de Infraestructura nos pone a la par de otros países como Chile y Costa Rica, que cuentan con ministerios encargados de la gestión y desarrollo de proyectos de infraestructura. Esta centralización y especialización en la administración de grandes proyectos no solo busca mejorar la eficiencia y la supervisión, sino que también representa una oportunidad significativa para la gestión de inversión privada. Un ministerio especializado podría facilitar y promover asociaciones público-privadas (APP), atraer inversión extranjera, y asegurar que los proyectos se desarrollen con mayor rapidez y menos trabas burocráticas.
La creación del Ministerio de Infraestructura ha generado un debate sobre su necesidad y eficacia. Mientras que algunos ven esta medida como un paso hacia una mejor supervisión y eficiencia en la ejecución de obras públicas, otros advierten sobre los riesgos de improvisación y el uso ineficaz de recursos. Sin embargo, también es una oportunidad para potenciar la inversión privada y mejorar la gestión de grandes proyectos. El tiempo y los detalles específicos de su implementación determinarán el verdadero impacto de esta nueva entidad en la infraestructura del país.
